Lá última fecha tuvo entre las grillas varias interesantes opciones. Yendo de un escenario a otro, y sin cansarse, nuestra joven enviada especial nos cuenta el cierre del festival que cumplió una década juntando a miles de melómanos de todo el país. Salud y hasta el año que viene Cosquín!
La cima del rock
Por Belén Di Pasquale, enviada especial de Dos Palabras, Radio Link.
Las nubes oscuras. El cielo amenazaba con volver a llover. Y llovió. Sin embargo, el cierre de la decima edición del Cosquín Rock fue extraordinario. Charly García repasaba su reportorio junto a Hilda Lizarazu. El predio repleto, la gente mojándose. Prodigioso. Mientras que los alemanes Die Toten Hosen contagiaron la magia a los presentes.
En el escenario dos, se presentaron bandas ganadoras de los pre-Cosquín, como Pino, Morfosis, Tres Fronteras, Siete Venas, Roko, hasta que llegó la hora de Todos tus Muertos, para que luego subiera Bulldog. El guitarrista Willy, con un panfleto en mano que repudiaba la minería a cielo abierto, presentó Sueños de Libertad. Minutos más tarde, con El ángel de la muerte, la propia banda rosarina se adueño del pogo más grande de ese sector. Se armó una olla enorme… y así fue.
“Nada de censura a Massacre porque se van a la concha de su madre”, anunció Walas, antes de que suenen las primeras notas de Vienen Zombies, con una cruz negra, con una calavera en la punta, en mano. Poco después, como hace siempre, anunció: “Dijo la prensa británica que Massacre es la banda que salvará el rock, empezando esta noche”. ¿Estás seguro Walas?
Desde el más allá se escuchó “Es por amor que al mundo yo le hago frente y por amor si caigo me levanto siempre; y al costado del camino veo ángeles caídos...”. Era G.I.T en el escenario principal. Antes de Babasónicos, sin estar anunciados en la grilla, después de casi diez años, Pablo Guyot, Willy Iturri y Alfredo Toth, para anunciar el reencuentro, tocaron Es por amor y La calle es su lugar.
Andrés Vilanova, “Terry” Langer y Marcelo “Corvata” Corvalán comenzaron por El error, recorriendo su material más nuevo. Lo sorprendente fue el cover instrumental de Domination, del disco Cowboys from hell (Pantera), que pocos comprendieron de qué se trataba. Ironía y Sacate la mierda fueron los únicos temas viejos que hicieron y concluyeron preguntando: ¿Alguien tiene ganas de Joder?
Se retiró Carajo para darle lugar a Attaque 77, con su nueva formación, sin Ciro y con Mariano Martínez en voz. Arrancacorazones, Donde las águilas se atreven, Dame fuego, No me arrepiento de este amor y Ska del éxodo, fueron algunos de los cortes que la gente disfrutó a pleno. Mariano le pidió a su público que canten para formar una pared de sonido: “Tapemos al otro escenario que me desconcentra”. Era Viticus que hacía de las suyas en el escenario tres.
Con el primer tema, Bis zum bitteren enden, Die Toten Hosen descontroló el predio. “Campino”, con su estilo particular, mantuvo energizado a las criaturas que seguían sus movimientos: saltos, corridas para un lado, para el otro, pie de micrófono en mano, revoleándolo... Increíble show que desbordó de energía. Entre toda esa aura que se había formado, “Campino” anunció que tocarían un tema de unos amigos argentinos: 1,2, ultraviolento detonó ese rincón de la comuna.
En la otra punta, Charly. Notable presentación. Realizó Demoliendo Hoteles, Promesas sobre el bidet, Yendo de la cama al living. Llenó el predio, conmovió y brindó casi dos horas de rock nacional. “Esta es una canción que me parece boluda...”, y la gente con los primeros acordes coreó: “No tengo nada que hacer no tengo nada que dar, no encuentro la gracia en mi manera de hablar”, fascinante. Una imagen increíble. Mucha lluvia, y Charly se despidió. Paró la lluvia. Volvió, y con él, la lluvia. Se despidió nuevamente. Mermo el agua. Regresó al escenario, con más lluvia. Toda la gente lo acompañó en las letras. Se despidió, y junto a él se marchó el Cosquín Rock 2010.
Cincuenta y Tres Razones
Hace 9 años
